5 maneras de cómo se prepara USAID para la temporada de huracanes

USAID Saves Lives
6 min readMay 16, 2022

Tim Callaghan, Director Regional de la Oficina de Asistencia Humanitaria de USAID para América Latina y el Caribe, ha liderado numerosas respuestas a huracanes para la agencia, incluyendo los huracanes Iota y Eta en el 2020 y el huracán Dorian en el 2019. El señor Callaghan explica cómo se prepara la Oficina de Asistencia Humanitaria de USAID durante todo el año para la temporada de huracanes en el Atlántico.

La tormenta tropical Eta se convirtió en huracán sobre el mar Caribe mientras se dirigía hacia Centroamérica. Crédito GIF: NOAA

Al acercarse una nueva temporada de huracanes del Atlántico, nos recordamos de que solo se necesita una fuerte tormenta para causar estragos, matar y herir a miles, y causar miles de millones de dólares en daños. Por esta razón USAID trabaja durante todo el año para ayudar a nuestros vecinos de América Latina y el Caribe a estar preparados y ser más resilientes a los desastres naturales. Estas son las cinco maneras de cómo nos preparamos para la temporada de huracanes.

1. Sistemas de alerta científica avanzada

Los huracanes son conocidos por sus fuertes vientos, pero es un hecho que las inundaciones repentinas son el aspecto más funesto de los huracanes y el asesino número uno relacionado con el clima. Cuando ocurren, el exceso de agua causado por las fuertes lluvias no puede ser absorbido rápidamente por la tierra. Estas aguas de movimiento rápido pueden ser extremadamente potentes, alcanzando alturas de más de 30 pies. Una inundación repentina de solo seis pulgadas de altura puede botar al piso a una persona y sólo 18 pulgadas pueden causar que flote un auto en movimiento.

En el 2020, el huracán Eta provocó grandes inundaciones en Alemania, un suburbio de Honduras, luego de que fuertes lluvias provocaran el desbordamiento de arroyos. Foto: Orlando Sierra/AFP

Aunque las inundaciones repentinas se desarrollan muy rápidamente, es posible enviar una alerta hasta seis horas antes, una ventana de tiempo lo suficientemente amplia para poder salvar vidas. USAID trabaja en estrecha colaboración con expertos meteorológicos en los países más propensos a huracanes, capacitándolos en el uso del Sistema de Detección de Inundaciones Repentinas, un método científico que mide la acumulación de lluvia y analiza la velocidad a la que el suelo la absorbe. Este sistema salva vidas, ya que brinda a los países más propensos a desastres el tiempo suficiente para implementar los planes de emergencia y movilizar a todas las personas posibles a zonas lejos de peligro antes de que suceda una inundación repentina.

En Barbados, República Dominicana y Curazao se están utilizando actualmente estaciones meteorológicas impresas en 3D. Gráfico: Jacquie Frazier/USAID

Por experiencia también sabemos que las marejadas ciclónicas, o el levantamiento de aguas costeras causadas por los huracanes, representan un gran peligro. Los pronósticos meteorológicos son críticos para brindar alertas tempranas sobre el mal tiempo; sin embargo, muchos países no tienen acceso a estos equipos. Es por eso que USAID se asoció con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) y otros socios, para ayudar a estos países a construir sus propias estaciones meteorológicas automatizadas utilizando impresoras 3D y sensores de bajo costo.

Este proyecto, que se está implementando actualmente en Barbados, República Dominicana y Curazao, permite que las agencias meteorológicas de otros países se ocupen de la construcción y el mantenimiento de sus redes de monitoreo, a un costo mucho menor, mientras mejoran su capacidad para pronosticar y brindar alertas tempranas a las comunidades afectadas por el mal tiempo y los peligros climáticos.

2. Reservas de provisiones de emergencia en la región

USAID cuenta con su propia bodega estratégicamente ubicada en Miami, y además, ayuda a abastecer las bodegas de socios humanitarios a lo largo del Caribe con provisiones de emergencia, tales como materiales para albergues de emergencia, frazadas, láminas de plástico de alta resistencia, artículos de higiene, sistemas de tratamiento de agua y kits de cocina. Tenemos la capacidad de transportar rápidamente por vía aérea estos artículos vitales a áreas de América Latina y el Caribe golpeadas por huracanes.

Los suministros de ayuda humanitaria que están preposicionados en el almacén de USAID en las afueras de Miami pueden transportarse por vía aérea al Caribe tras un huracán. Fotos: USAID (izquierda) Daniel A. Durazo (derecha)

Cuando los huracanes Eta e Iota azotaron Centroamérica en noviembre del 2020, pudimos aprovechar estas existencias para distribuir rápidamente suficientes láminas de plástico de alta resistencia para brindar asistencia de albergue de emergencia a 17,000 personas.

Miembros del Equipo de Asistencia para Respuesta ante Desastres de USAID se reúnen con comunidades afectadas por los huracanes Eta e Iota en Honduras, donde ayudaron a distribuir kits de higiene y colchones a personas necesitadas. Foto: Visión Mundial

3.) Expertos en desastres listos:

El recurso más importante de USAID es su personal. La Oficina de Asistencia Humanitaria de USAID cuenta con una oficina regional en San José, Costa Rica y una oficina de campo en Haití, en donde los expertos en desastres se encuentran listos para responder cuando sea necesario.

Además, mantenemos una red de 31 especialistas en gestión del riesgo de desastres ubicados a través de toda la región, quienes se mantienen listos para entrar en acción en cuanto un huracán toque tierra. Cuando sabemos que una tormenta se aproxima, a menudo pre-posicionamos a un equipo de campo para que evalúe las necesidades inmediatas. Adicionalmente, contamos con más de 400 consultores de desastres disponibles para ser activados en un corto plazo. Estos consultores viven en la región, por lo que conocen la cultura local y a los funcionarios locales, y pueden informar rápidamente sobre las condiciones en el campo y ayudar a USAID a priorizar las necesidades humanitarias.

Consultores de desastres de USAID se reúnen con familias desplazadas por el huracán Matthew en Haití. Foto: Irene Gago/USAID

4. Donaciones inteligentes

Cuando ocurren huracanes, personas y organizaciones generosas siempre dan un paso al frente con ofertas de ayuda. Trabajamos de cerca con el Centro para la Información de Desastres Internacionales de USAID para educar al público sobre las mejores y más efectivas formas de ayuda durante un huracán. Cuando ocurre un desastre en el extranjero, personas generosas empiezan a recolectar ropa, comida enlatada y agua embotellada para los sobrevivientes.

Aunque bien intencionados, muchos de estos artículos al final se quedan en los Estados Unidos, debido a los altos costos que se requieren al transportar bienes donados al extranjero. Otros artículos son rechazados en su destino porque no están vinculados a una organización de respuesta que pueda hacerse responsable de manejarlos y entregarlos o porque se consideran inapropiados de acuerdo a las leyes y costumbres de la región. Sin lugar a dudas, la forma más rápida y rentable de ayudar es a través de donaciones monetarias a las organizaciones establecidas que operan en los países afectados.

Estas donaciones les permiten a los trabajadores de ayuda humanitaria responder a las necesidades cambiantes de las personas afectadas por los huracanes, desde asistencia inmediata para salvar vidas hasta ayudar eventualmente a reconstruir sus comunidades.

VIDEO: Centro de USAID para Información Internacional sobre Desastres

5. Empoderando a la próxima generación de primeros respondedores locales

USAID trabaja en algunos de los vecindarios más marginales de América Latina y el Caribe, canalizando la energía y creatividad de jóvenes en riesgo para transformarlos en líderes de preparación ante desastres. El programa de Comités Juveniles de Acción ante Emergencia, liderado por nuestro socio Caritas Antillas le enseña a las personas jóvenes a prepararse y responder ante huracanes, implementar primeros auxilios, trazar rutas de evacuación e instalar albergues de emergencia.

El programa involucra y empodera jóvenes de vecindarios propensos a huracanes y les enseña cómo planificar y responder a los desastres. Foto: Óscar Leiva/Silverlight

A través de su liderazgo, habilidades de respuesta ante emergencias y hasta de sus habilidades musicales, estos adolescentes les han enseñado a sus comunidades a prepararse y ser más resilientes ante los desastres. El programa, que comenzó en algunos de los barrios más propensos al riesgo y marginales del centro de la ciudad de Kingston, Jamaica, ha tenido tanto éxito que se ha expandido a República Dominicana, Santa Lucía y Granada.

Sobre el Autor: Tim Callaghan es el Director Regional de la Oficina de Asistencia Humanitaria de USAID para América Latina y el Caribe. Él ha sido parte de USAID desde el 2001.

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